MOCHILEROS PLACA4 - Cómo sobrevivir en la gran ciudad

"Tomar la decisión de ir a vivir a la ciudad de Panamá no fue fácil. Pero eso es tema para otra ocasión, pues al principio era solo para estudiar, y bueno… conseguí un buen trabajo y lo demás es historia. Al grano. La nostalgia estando fuera de mi provincia chiricana es eterna, aunque no lo parezca, pues viajo muy poco, entenderán que manejar cinco horas es un desgaste físico y económico. Mis padres siempre me dicen que cómo hago para vivir en esta ciudad donde todo es tranque, bulla y smoke. Incluso los he pillado diciendo que ya de chiricana no tengo nada, pero ¿saben qué…? ¡Están equivocados! Realmente me las arreglo para sobrevivir en la gran ciudad, y es que los fines de semana los aprovecho al máximo. Si no estoy en mi camita descansando, me lanzo a hermosos paisajes que nos ofrece la provincia de Panamá. Esta vez les hablaré solo de dos, pues tengo varios en la lista. Comenzando con el lago La Arenosa, situado en el distrito de La Chorrera. Este mágico sitio está ubicado en las orillas del Lago Gatún, y solo queda a 45 minutos de la ciudad de Panamá. Su belleza es única, son kilómetros y kilómetros de agua tranquila, que invitan a la pesca, a dar un paseo tranquilo o para los más intrépidos hasta darse un chapuzón. El pueblo bordea el muelle, en donde hay varios botecitos listos para llevar a los turistas a recrearse por unos 40 dólares, que incluyen la caña, la gasolina y hasta la carnada. Yo fui en una mañana y pesqué 25 ejemplares, en su mayoría peces sargento y oscar. Claro, el lanchero y guía me ayudó un poco. Pero eso sí, hay que llegar tempranito golpe de 7:00 a.m. que sí es la hora buena para atrapar varios peces. Al mediodía cuando el sol está en lo máximo, llegas al muelle con tus pescados que te pueden limpiar y filetear si así gustas. Hay un par de restaurantes que ofrecen una tilapia apanada, buenísima, se las recomiendo. Otro destino que amo con locura es la playa El Palmar, situada en San Carlos. Es una pequeña bahía con aguas celestes excelentes para darse un baño, pasear kayaks, en la banana, jugar bolleiball y pasar el rato, aunque los más extremos se dedican a practicar surf y otro tipo de deportes con tabla… pero no se asusten, obviamente es de olas activas, como la mayoría de las playas del Pacífico panameño, pero para mi gusto, que soy bien miedosa, está perfecta. El plus de esta playa es que como es pequeña, y con entrada restringida para buses y paseos, no la han explotado. Todavía uno se puede bañar en el mar, sin que venga un hueco por la arena extraída, producto de las construcciones vecinas, cosa que no pasa con las playas del resto del área. En El Palmar hay buenos restaurantes, se puede acampar en el Surf camp o dormir en alguno de sus hoteles con aire acondicionado para todos los presupuestos. Así que ya saben, la vida en la ciudad, no es tan mala como parece, sólo que hay que saberse los spots buenos, y que no son tan conocidos por el resto. Los invito a conocer los destinos exóticos que ofrece nuestra geografía nacional, únicos en el mundo. P4 Redacción y fotos: Sofía Miranda [Artículo Revista Placacuatro - 2da. edición 2011]