Por: Roberto Brenes
Esta no es una pregunta para abogados. Más bien es una interrogante para resaltar la necesidad que las cosas que definen a dueños o bienes determinados sean lo más precisas y transparente posibles. En realidad, una buena cantidad de abogados viven (y muy bien) precisamente por la opacidad o la falta de definición de los derechos. Además, contrario a lo que muchos piensan estos derechos no se limitan a la tierra; si no sobre un sinnúmero de cosas que va desde productos hasta los derechos de autor de una canción.
Me gustaría ilustrar la importancia de la buena definición de derechos con un ejemplo. Un campesino produce sandías y las vende a la vera del camino. Los que pasan pueden bajarse y comprar. El dueño de las sandías pide un precio y el viajero puede convenir en eso y la transacción se cierra. El viajero no fuerza al campesino a venderle las sandías ni el campesino obliga al viajero a abrir su cartera y pagarle. Al viajero no le importa que el campesino sea evangélico o gordo o que insulte sus perros. El campesino, no sabe ni le interesa quién es el viajero, ni si come pescado o si se ha estado preso por fraude. ¿Por qué? Simplemente porque los derechos y las funciones de cada quien están bien definidos.
Ahora variemos un poquito el ejemplo. El campesino produce sandías pero no las vende sino que las pone a la vera del camino para que el que quiera llevárselas. Pero cuando llega el viajero se encuentra un individuo, que no es el campesino, tratando de vender y cobrar las sandías. Ahora la transacción no es tan clara ni fácil y si entran en consideración otras cosas. Posiblemente al comprador le dé lo mismo el precio pero. ¿Se sentirá dueño de lo que compra? ¿No tendría el campesino, que las puso allí para regalar, un reclamo a la legitimidad de la
transacción por parte del intruso ¿Y así.
En nuestro pequeño país aún tenemos mucho que andar para lograr derechos claros. Recientes esfuerzos para lograr mejor titulación de tierras han resultado burocráticos y controversiales. El sistema judicial funciona mal y con ello la definición y resolución de conflictos sobre derechos sobre todo tipo de bienes. Las últimas reformas en materia agrarias son positivas pero insuficientes, algo muy importante en Chiriquí.
Un elemento común de los países que logran crecer y desarrollarse, es un sistema robusto y claro de derechos de propiedad. A menudo se menciona a Suiza. En el siglo XIX, Suiza era tan pobre que sus nacionales se ganaban la vida como mercenarios –de ahí la fama y ferocidad de la famosa Guardia Suiza del Papa. Pero se reformó el sistema de tenencia de tierras, se definieron derechos, se establecieron tribunales para resolver disputas y se ejecutó un sistema simple pero efectivo de registros y traspaso. Así arrancó Suiza hacia el primer mundo.
David Hume (1711 - 1776), el gran pensador escocés resumió todo en una frase: “Donde la posesión carece de estabilidad, siempre habrá guerra. Donde la propiedad no se pueda transferir por consentimiento de las partes, no habrá comercio. Donde las promesas no se cumplen, nunca habrán ni ligas ni alianzas.” P4
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